domingo, 31 de mayo de 2015

La luna y el beso

La luna vela tras vellones de seda,
Vellones de seda que cubren el cielo.
Y yo, despierta, me dirijo a ella,
Por culpa de la necesidad de un beso.
Luna, lunera, que no he de besarlo
Le cuento a la dama de rostro velado,
Mas noche tras noche dormida apenas
Con su requerimiento a mí me desvelan
Aquellos labios que no he de besar
Mas a mi pesar por besarlos muero.

Dama velada de pálida tez,
A ti, señora, yo me encomiendo;
A golpes de tus haces de plata,
Haz que se desvele mi enemigo
Y que se dirija al campo de batalla
En este mi lecho hecho de seda;
Que han de recibir su justo castigo
Aquellos labios que me acibaran
Y que luego de catar mis besos
Ya nunca más me olvidaran.

La luna vela tras vellones de seda
Y yo me desvelo con jirones de sueño,
Sueños que fabrica mi alma maldita
Con el recuerdo inventado de tu cuerpo.
Nunca sabré a qué saben tus besos,
Lo sé, lo intuyo, lo entiendo, lo acepto.
Y sin embargo nada hay cada día
Que me persiga con más anhelo,
Nada hay en el mundo que más deseo
Que el que tú me ames como yo te quiero.





No hay comentarios:

Publicar un comentario