jueves, 13 de noviembre de 2014

Thursday fever II

Por si alguien se había perdido algo, os recuerdo que estoy mala. Para cerciorarme y no disponiendo de ninguna estación meteorológica en casa he salido a mirar el termómetro del coche. 23º en la calle. La vecina pakistaní de enfrente está haciendo algo muy rico y puesto que todos mis cambios orgánicos me provocan hambre, me ha dado antojo de comida india. Me gusta el curry. O mejor un tournedos Rossini. Vuelvo a casa, me meto aquí para hablar de "True detective" y antes me paso por el google+ y veo esa cita, puaj, vomitivo, algo así como que te quiero mucho como la trucha al trucho y deja que te coma con los ojos, y con eso no puedo ahora mismo. Qué asco. En fin, adiós antojo a tournedos Rossini. 

"True detective" es- es- no es Fargo. Fargo está lleno de moralidad, y de karma, y de buena gente, y al final los buenos ganan los malos pierden, vale, también mueren un montón de personas, pero al final el bien prevalece sobre el mal y es así como creo que funciona todo. Pero uuuufff, "True detective" es dura, muy dura, sin luz por ninguna parte, una novela negra americana de las que me dejan mal sabor de alma, sin esperanza, donde los niños mueren, los buenos no ganan, bueno, tampoco es que haya muchos buenos, está tan sólo Rust Cohle, y él está ya muerto. Todo lo demás genial, vale, incluso los cadáveres son artísticamente sobresalientes, pero debo abstraerme de esta serie o compensarla con algo que sepa a algodón de azúcar o de lo contrario me voy a tirar unos cuantos días encabronada y no es plan. 

En fin. Hasta aquí la crítica de una humilde servidora que sigue enferma pero ahora con antojo de comer algo que no sabe muy bien qué es pero que se lo comerá,

que paséis un finde tan delicioso como el mío porque para mañana ya tengo que estar buena,

Besis!!!

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