miércoles, 31 de julio de 2013

Arboleas

El cortijo está irreconocible, no así sus habitantes.

Se está fresco debajo de la parra del porche.

Y por fin tienen aquella piscina que tantas veces  se reivindicó durante las charlas de verano. Queda pendiente un baño.

De buena gana me habría quedado debajo de la parra por un rato de charla de los que se prolongaban hasta altas horas de la madrugada. Un día y otro y otro también.

A gusto. Más que bien. Por fin. Contenta. Gracias mil. Viva México.

El principio de la navaja de Ockham

En igualdad de condiciones, la explicación más sencilla suele ser la más correcta.

Por desgracia, yo soy de las complejas.

Buenos días!

martes, 30 de julio de 2013

Cuadro surrealista

Es acabar jugando al chinchón con cinco ex-alumnos y alumnas míos a las 8 y media de la tarde en el chalet de enfrente.

Pero ¿a quién no le ha ocurrido alguna vez?

La noche en la que mi blog fue eliminado.

Si lo mejor del caso es que a las 10 de la noche la cosa iba bien. No entiendo entonces cómo se pudo liar la que se lió después.

Faltaban minutos para las doce.  Me conecto a Vodafone a ver si por fin la conexión me deja hacer algo. Me meto en el gmail a ver mis correos. Imposible acceder a gmail. Me comunican que han desactivado la cuenta por notar un tráfico inusual. Por más cuentas que me hayan desactivado en mi vida es algo a lo que no me acostumbraré nunca. Es como si te atacaran directamente y por la espalda. Duele. Físicamente. Un puñetazo el estómago. En serio. Bueno, tal vez exagere un poco. Pero no es agradable. Me piden un número de teléfono al que mandarán un código y a las casi doce de la noche, en tierra ajena y sin un acceso serio a la red, refiérome a mi querido y añorado portátil y mi conexión wifi movistar, cuando sólo se tiene como único instrumento un móvil y un tráfico de datos lamentable no quedan muchas opciones de jugada. Así que lo hago, recibo el mensaje, entro el número mágico y por fin consigo meterme. Me meto en el blogger a ver mis bebecitos y horror!!! Descubro que hay algo peor que una cuenta desactivada. En el escritorio no aparece más que un blog abandonado hace tiempo, pero ni rastro de mi blog, MI BLOG, el Blog de Rosita!! Y siento otro puñetazo en el estómago. Porque pienso en las  entradas desaparecidas para siempre, en que me sería imposible recuperar ninguna de ellas y me cuesta creer que podré superar algo así. Empiezo a indagar desesperadamente, paso de la hora, de los demás que me ven trajinar el móvil sin entender nada, de mis obligaciones como madre, esposa y nuera, desde el wiko me van indicando cómo tengo que encontrar la opción de los blogs eliminados, y sin saber muy bien cómo, de pronto van apareciendo uno por uno. 

Son las doce y algo. Me acuesto. Necesito recuperarme del mal trago por el que he pasado. Sólo quiero dormir.

Me levanto a las 10. Por fin un día en el que me levanto a una hora decente. Enciendo el wiko a ver si queda algo por arreglar de la noche. No sé a qué le doy intentando hacer limpieza que de pronto no tengo acceso ni al blogger, ni al gmail ni al playstore, creo que me va a dar algo otra vez. Pero delante de dos abuelos y tres niñas cualquiera se pone a jurar en arameo mientras están hablando de playitas, desayunitos, lechecitas y paseítos con sus dulces vocecitas. Así que me las piro. A Garrucha. A por una conexión seria. A ver quién se ha metido. Intento controlarme en la carretera. No es plan de matarse antes de arreglar el estropicio. Hola papá, hola mamá, me acabo de cargar el móvil y todavía me queda un mes de playa, a ver cómo lo véis. Me meto en el ordenador. Controlo las entradas al gmail. Un hijoputa de Chile, otro de México y otro de Arabia Saudí. Dudo que sea la misma persona, pero me imagino que procede todo del mismo aparato. No reventaras y que yo lo viera. Cómo echo de menos tener aquí a mi hermano o a Juanfran que seguro que me lo arreglarían en cuestión de segundos. 

El caso es que lo he logrado, si a alguien le pasara lo mismo que contacte conmigo que yo le explicaré cómo darle a un millón de teclas en un orden aleatorio hasta que de pronto se restablece la calma no se sabe muy bien cómo y me ha entrado tal relajo en el cuerpo que tardaré todo el mes de agosto en espabilarme.

En conclusión, mi wiko, mi blog y yo estamos bien. Gracias.


PD: Como nota chachi de color, ahora soy seguidora de mi propio blog, no sé muy bien cómo, y claro, ahora no me atrevo a quitarme no vaya a ser que todo vuelva a desaparecer. Así que me seguiré a mí misma. Qué le vamos a hacer!!!





lunes, 29 de julio de 2013

La playa de los Muertos

Cuando pasábamos el verano en Mojácar, los días de nublo no bajábamos a la playa sino que buscábamos actividades alternativas. Una de ellas era ir a Carboneras a darnos una vuelta.

Hará cosa de cinco o seis veranos, era un día gris plomo, muy nublado y con viento, fuimos a ver la Playa de los Muertos. Fuimos andando hasta un promontorio desde el cual se podía ver la playa. Pese al día de perros que hacía había gente en la playa bañándose. La playa no llamaba la atención más que por su nombre, supongo que desde allí  realmente no se apreciaba nada. Luego nos enteramos de que alguien se ahogó. Alguien de fuera, de Madrid supongo aunque no lo recuerdo bien.

Dicen del mar  que es traicionero, que algunas playas cuando más tranquilas parecen, más peligro encierran, pues la calma de la superficie oculta remolinos que es donde quedan atrapados los bañistas y  que si ves que la gente de ahí no se baña, te están advirtiendo de que tú tampoco lo hagas.

Me gusta adentrarme en el mar pero anoche no sé por qué, antes de dormirme, me acordé de la playa de los Muertos y me entró miedo.

Buenos días!

Escribir en masculino

La primera redacción va viento en popa. Digo la primera pues sé que una vez acabada esta habrá una segunda y probablemente una tercera.

Me encantan aquellos que hablan del fluir natural de la escritura, de cómo el autor se limita a sostener la pluma mientras el libro se va escribiendo solo, de la inspiración a  cuyas musas debo de caer mal y de los que logran  sacar libros como panes. Que sí, que me encantan porque me hacen sentir que pertenezco al pelotón de los torpes de los escritores, una suerte de alumna del PCPI literario y podría extenderme al infinito en cuanto a gloriosos símiles. Pero la idea ha quedado clara así que lo dejaremos ahí.

Pues esta mañana me he levantado con el convencimiento de que tal vez mi escritura sea demasiado femenina así que me he propuesto impregnarla de masculinidad y así  añadirle dramatismo y oscuridad al trasfondo del argumento.

¿El cómo?

Bueno. Ya veremos.

Lo dicho, buenos días!

domingo, 28 de julio de 2013

De nuevo por aquí

Porque viajar lo que es viajar exóticamente, viajaremos poco pero lo que es hacerle kilómetros al cuerpo, los que hagan falta. Y no es que nos encante pero es lo que toca y no hay otra.

Lo bueno de estar aquí es que aquí escribo como en ningún otro sitio. Y sea como sea, esto lo acabaré.

De niños y perros

La ventaja de tener un hijo y no un  perro es que no tengo que sacarlas a hacer sus necesidades ya de buena mañana. Lo digo por la vecina que me he cruzado con las gafas de sol puestas y paseando a su  bola de pelo blanco.

Estoy destrozada anímicamente por tener que ir yo a comprar algo para el desayuno nada más levantarme.

No recuerdo que el cura dijera nada de esto. No recuerdo firmar nada de esto en el contrato. ¿Dónde quedaron aquellas promesas nunca hechas de traerme todos los días el desayuno a la cama?

No hay derecho a esto. Necesitando un mortero de café ya. 

Buenos días!

sábado, 27 de julio de 2013

Calor

De pequeño tienes la convicción de que el frío de la mañana va amainando conforme avanzan  las horas y que es  en las horas centrales cuando se concentra el calor.

Luego te haces mayor y te das cuenta de que existen  mediodías  fríos como el infierno a los que precedieron madrugadas templadas así como de pronto surgen  tardes de fuego.

El calor me aturde como a las bestias y así me la paso tirada e inútil esperando a que se levante la fresca.

De finde

Digamos que la otitis trasmutó de virulenta a bacteriana y fúngica y nuestro tiempo de rodríguez quedó drásticamente finiquitado sin lugar a discusiones. Pero forma parte de la vida de los papás y mamás. Así que improvisemos rápidamente un nuevo fin de semana.

Cuando se iba a Almería por el pueblo de los chorreones porque no había autovía y cuando Almería era sólo Camino de Ronda, Rambla y Paseo, este olía a churros los sábados por la mañana así que allá que vamos...

viernes, 26 de julio de 2013

Los Escullos


Cuando un lugar te deja buen sabor de boca tarde o temprano encuentras la forma de volver.

Cuando llegas a los Escullos verás que siempre hay alguien subido a la piedra con forma de ola haciéndose una foto. A mí aparte de padecer ligeramente de vértigo  me da miedo que aquella ola se rompa.

El agua de los Escullos es tan clara y fresca como en todo  Cabo de Gata.  Cabo de Gata se me ha hecho adictivo.

Pero nunca adivinarás lo que de verdad me atrae de los Escullos. No, no lo creo.

Acércate a la orilla ahí donde está mojada. Y baja la mirada. Fíjate en el color y en la forma. Está hecha de perlas de piedra oscura, parece caviar de un color burdeos y brillante. Es tan bonita cuando está mojada. Y si el agua no está demasiado brava y te deja mirar a través de ella verás los guijarros multicolores que conforman la línea donde rompen las olas.

Satisfacción.

jueves, 25 de julio de 2013

Almería (II)

Mediodía en Almería.

La gente luce su moreno y ropa playera por las calles.

Nos dirigimos al Mercado Central a hacer acopio de viandas, en este caso de rico pescado del Mar de Alborán.

Nos paramos antes a buscar un cajero por Orberá. Ya hay gente tomándose unas cañas en la Bodega Aranda. Miramos la hora. Tenemos tiempo para un par de ellas. Siempre un par, nunca una sola, cuestión de costumbres. Hay tres chicas extranjeras tomándose unos vinos manzanillas, no logro entender su idioma y eso me frustra.

Llegamos al mercado pero ya  están recogiendo los puestos, no da tiempo para el paseo, y como no está el pescadero al que le compramos el atún y  la aguja, vamos directo al muchacho de la otra vez, el que nos vendió aquellos calamares tan gordos, nos deja la gamba roja a 36€. Un melón y para casa a echarnos una siesta.

No hace excesivo calor. Se está a gusto. El reloj apenas marca las horas. La vida transcurre quieta, sin estrés, sin agobios. Y es que de vez en cuando no viene mal estar de rodríguez.

Vive la différence! II

Por la afectación exagerada en  algunos de sus gestos, por esa coquetería suya, por la extrema delicadeza de sus rasgos, siempre he pensado que más que una hija el Señor me había otorgado una infantita.

La otra, bueno la otra lleva dos meses hecha una salvaje correteando en bolas y descalza en casa propia y ajena. Y la verdad es que estamos ahorrando bastante en detergente.

Y me encanta!!!

¡Buenos días!

Vive la différence!

Expresión francesa para referirse a la alegría que experimentan algunos hombres al comprobar que no son iguales a las mujeres. Y no! No lo somos! Y lo lamento por los detractores de la différence pero ahí precisamente es donde radica toda la diversión!

miércoles, 24 de julio de 2013

Alivio existencial

La he encontrado sin querer en mi bolso de caracol cuando he ido a coger el talón de recetas y un boli para rellenarlas, pues es verdaderamente como una concha de caracol pero con forma de bolso. Y nunca dejaré de sorprenderme de todo lo que consigo meter dentro.

Primera otitis del año, y es que cuando los niños se creen renacuajos o sirenas es lo que pasa.

Eso sí. Qué médico más encantador, qué farmacéutico más entusiasta. Tanto es así que me estoy planteando muy seriamente trasladarme a Águilas.

Y hasta aquí las crónicas de la señora Pepis. Voy a echarme mi crema!!!

Pánico existencial

No sé dónde he dejado mi crema hidratante!!!! Con tanto viaje pa'rriba y pa'bajo no logro recordar la última vez que la vi, si aquí o allí, si la llegué a meter en alguno de los bolsos o si la dejé encima de la encimera de mármol de mi cuarto de baño!!

Mañana en Almería se despejarán mis dudas pero, y si no está allí???

Mon Dieu, c'est affreux!!!

El Embarcadero

El laberinto de las calles de casas setenteras que hay en la zona del Súper dificulta bastante su acceso al turista fortuito. Parecen ir en  paralelo pero ninguna desemboca en el mismo sitio. Al final de una de ellas y tras bajar la cuesta que la domina ahí está.

Cuenta la historia que fueron los propietarios de las tres casas que la rodean quienes construyeron la playa. Crearon un espigón de piedras y rellenaron con arena el hueco entre la barrera de rocas que la separa de Costa Tranquila y el espigón. Finalmente  pusieron una pancarta "prohibido el paso, playa privada".  a la mañana siguiente encontraron el cartel tirado en el suelo y gente en la playa, así que por la tarde lo volvieron a poner pero esta vez con una cadena que impidiera el acceso.  A la mañana del día siguiente volvieron a encontrarse la prohibición por el suelo, la cadena rota y a gente disfrutando en su playa. Así que por la tarde la volvieron a poner. Al tercer día la playa estaba llena de gente y el cartel con la cadena tirados por ahí. No volvieron nunca  a bajar a la que fuera por unas horas su playa.

Para mi gusto, e independientemente de que me gustó el acto de rebeldía de los vecinos, es probablemente una de las playas más absurdas que conozca. Y este año más que nunca. Tiene forma de media luna, su arena oscura y pegajosa es prensada por un tractor que retira los montones de algas hasta dejarla a estado de piedra. No veáis lo que les cuesta a los niños sacar de ahí un cubo de arena. He visto a niños dejarse las uñas en esa arena.

Pero lo que de verdad hace de ella una playa absurda es su agua. Olas: cero. Profundidad: a los diez  metros apenas si ha llegado a la rodilla. Temperatura: caldosa. Salinidad: una gota de ese agua puede dejar ciego. Categoría de playa: sólo apta para menores de 5 años y mayores de 65.

Además, este año hemos comprobado que el nivel de arena había vuelto a subir. En alguna playa de la costa hay unos operarios que se dedican a echar arena una y otra vez mientras  el mar se lo pasa pipa llevándosela y trayéndola hasta aquí.

martes, 23 de julio de 2013

El ficus

A los pies de la escalera que baja de la terraza al jardín  en el chalet de Terreros crece un ficus altísimo. Por estas fechas se llena de frutos en forma de pequeñas bolillas que se van desprendiendo solas o bajo el efecto de algún soplo de viento. Y es curioso oír cómo al caer retumban sobre las losas o cómo tintinea el hierro de la barandilla cuando alguna la golpea.

Es como si pudiéramos oír al propio árbol, como si el imponente árbol se hubiese ganado el derecho propio a  hacer notar su presencia.

Hosquedad

Perdona mi hosquedad de hoy. No me gusta la forma que he tenido de hablarte, no quiero que te sientas mal por mis palabras. No hay nada que justifique ninguna de ellas.

Creo que me he adentrado en el mundo de los no nacidos durante más tiempo del que debiera y he perdido la noción de las normas que rigen el mundo de los vivos al que no me adapto.

No te lo tomes a mal. O tómalo. Pero a ti no. Sólo a mí.

Farolillos

Hay tres tipos de tetas que te puedes encontrar en la playa: las tapadas, las morenas y los farolillos blancos.

He de admitir que pese a desarrollarme en plena edad crítica en un país tan adorablemente liberal como Francia donde la mayoría de mis friends practicaban el topless y que mis padres nunca se opusieron a su práctica, la fuerza de la gravedad me hizo pronto desistir del mismo. Así que yo soy de las que van tapadas. Y de hecho, puesto a quitarme una prenda me resultaría más práctico andar sin bragas que sin sujetador. Algo así como el bottomless. Quién sabe si alguna vez se implanta esa moda.

Luego y en orden de lista, están las del pecho moreno, las que nunca gastaron un euro en el top de un bikini, las que lucen con orgullo sus pechos de siempre y en toda ocasión sin importarles nada ni nadie en absoluto. Y esas chicas me encantan.

Y por último están las de los farolillos blancos. Las que aprovechan que están a seiscientos kilómetros de sus amigos, vecinos y familiares para enseñar las tetas, lo que se dice actuar con lejanía y alevosía. Y además están pendientes de si todo el mundo les está mirando los farolillos! Cómo no os los vamos a mirar si brillan como faros resplandecientes en mitad de la noche con la luz del sol reflejándose en tanta blancura!! Qué no harán cuando se encuentren a 1200 km... ahí lo dejo...

Buenos días!!!!

Vocaciones a contemplar

Sólo hay un motivo por el cual alguien querría tomar el sol en ciertas partes de su anatomía.

Porno.

Es una pena que la mayoría se queden en aspirantes.

Sueños

Qué sueño he tenido Señorcico de mi vida! Esa clase de sueño que al despertar te deja tan mal cuerpo que por más vueltas mentales que le des al hecho de que sólo se trataba de un sueño es imposible recobrar la tranquilidad que debería otorgarte el sueño.

Y es que además me ha dado este verano por soñar con los compañeros. Estoy que no quepo en mí de gozo. Anoche le tocó a Pedro G. Primer examen del año. No he podido estudiar porque tenía otro de latín que me interesaba más y sin embargo Pedro nos había dejado el enunciado del examen y me habría sido muy fácil preparármelo. Todos confían en que voy a aprobar con un 10. Pero por el número de ejercicios que logro resolver sé que aprobaré pero con poca nota. Y yo nunca fui de los que actúan así. Debería haberme preparado el examen. Es importante. Mi nota final. Cómo la recuperaré. Estoy sufriendo. Y es cuando logro por fin despertarme.

En septiembre me disculparé ante Pedro por no estudiar lo bastante su examen.

Uufff....

lunes, 22 de julio de 2013

La antena

Creer que levantar la mano mientras sostengo mi wiko va a  hacer que mi conexión Vodafone funcione mejor demuestra mis conocimientos en 3G y en 4G.

Y lo mejor o más raro del caso es  que parece que funciona. A ratos. El único inconveniente es indudablemente  la pose.

La mano arriba, cintura sola, da media vuelta...

Intolerancia

No me importa que seas lo que sea, me la trae al pairo. Lo que de verdad me molesta es que seas tan feo, por fuera como por dentro. 

La playa de los Cocedores

Tiene el nombre bonito. Con solera. Es una playa extraña, diferente, con cuevas asomando por los cerros colindantes y una pequeña laguna natural hecha de rocas negras y  algas en una parte de su orilla. Su arena de minúscula grava es agradable al pie descalzo. Su agua es clara aunque cambia a oscura en la parte del fondo donde mora un lecho de posidonia. No hay oleaje no hay hondo. El mar se mete. Es un poco aburrida.

Y además está mal puesta. Si al llegar a una playa por la mañana el sol no te da de cara, entonces es que esa playa está mal puesta. Y punto.

Pero hay que verla.

Feliz día de hoy que creo que es lunes!

PD: tengo que empezar a tomarme lo de la fotografía en serio.

domingo, 21 de julio de 2013

Micropensamientos durante la ducha

MIEDO

El de siempre. Volver a empezar. Volver a confiar. Quedar de nuevo desnudo y expuesto ante la mirada del otro. Que vuelvan a hacerte daño.  ...

PESADILLA

Visualizar cómo te has dejado tu último mechero encima del poyete del lavadero a 150 km de distancia.

Gracias a Dios por las cocinas de  gas y las cajas de mistos que siempre las acompañan.

SUEÑO

Una playa de arena blanca y de aguas turquesas. Una tumbona y una mesita. Sobre la mesita, una libreta, un lápiz y un mojito.

¿Estoy pidiendo mucho tal vez?

A vista de pájaro

Desayuno en Almería.

Paella en Garrucha.

Merienda en Terreros...

M. Shore (5)

Después del capítulo censurado "portadoras de ladillas del reino de Castilla, para más precisar de Cuenca, enseñando con ejemplo práctico el significado de la expresión topónima del poner", el capítulo de hoy versará sobre por qué hay una ikurriña ondeando en la terraza adyacente, invadiendo por la fuerza del viento la mía propia y que dicta textualmente "euskal herria".

Cara de perplejidad perpleja....

En fin...

sábado, 20 de julio de 2013

Vocaciones a contemplar

Amplificador de antena TDT. Que no. Que no es vocación. Que es exactamente  lo que estoy haciendo ahora mismo mientras escribo esto a una mano para que se vea  el boing.

Esto es ridículo!!!!

Y todavía me preguntan por qué me gusta tanto el verano????

Brrrr...

Unplugged II

Ir al mercadona cuando está a punto de cerrar un sábado tarde, esa es una de las cosas que jamás haría si no hubiese desconectado.

Y a eso se le llama comúnmente vivir al límite.

Unplugged

Esta mañana, this morning, me he dado cuenta de que hoy no me parecía sábado. A decir verdad no me parecía ningún día de la semana concreto. Bien podía ser viernes como lunes.

Por consiguiente he podido deducir que ha llegado ese momento del verano en que por fin he logrado desconectar de todo.

Cohetes

Desde que llegamos no hemos dejado de oír tirar cohetes. Todos los días, a cualquier hora del día o de la noche. Lo que nos ha llevado a pensar que aquí todos los días son fiesta.

Menos el día del Glorioso Alzamiento Nacional. No. Ese día no tiraron cohetes.

El silencio

Si lo que vas a decir
Uh uh uh uh uh uh uh
No es más bello que el silencio
No lo vayas a decir-

A veces no sólo no es más bello que el silencio sino que las palabras suenan huecas y vanas. De una noche a la siguiente mañana no queda nada por decir porque de nada sirve decir nada.

Entonces, en lugar de hablar, es preferible callar y esperar, hasta escuchar cómo todo vuelve a fluir. De  nuevo.

Y no hay más.

viernes, 19 de julio de 2013

Almería

Once días sin decir nada.
Bien.
Esa es más o menos la  cantidad de días que hace que nos vinimos a Almería.

Me gusta Almería. Lo descubrí el año pasado. Jamás pensé que llegaría a gustarme pero ocurrió como ocurren estas cosas. Sin aviso. Sin explicación. Sin que nadie pudiera preverlo. Así sin más.

La casa es grande. De paredes blancas y desnudas. Los muebles también carecen de abalorios y cachivaches. No hay cortinas, las bombillas cuelgan de sus cables. Algunas habitaciones siguen vacías. Tan vacías que las voces retumban entre sus paredes. Podría parecer que la casa está a la espera.

A mí me gusta como está ahora. No siento que le falte nada.

La casa infunde paz. Es una casa casi sin estrenar. Joven. A la espera de que la llenen de recuerdos. Y de cosas. Y a mí me infunde paz. Tanta que estando aquí apenas si tengo ganas de volver a ninguna otra parte.

lunes, 8 de julio de 2013

The Purge

Estreno de cine de este fin de semana. Es muy improbable que vaya a verla. Por una única razón. Pánico. Ya he contado anteriormente lo poquito que soporto las pelis de terror. Pero en este caso el planteamiento me parece sencillamente genial por la reflexión a la que invita y por ello se merece una entrada en este blog.
¿Qué harías si un día al año estuviese permitido cometer cualquier clase de delito y de crimen?
Si ni te plantearas esconderte ni hacer absolutamente nada porque nada temes de nadie enhorabuena. Por tus buenos pensamientos y tu fe en la humanidad, irás derechito al cielo.
Si como hicimos nosotros, tu mente se pone a buscar un lugar, un sitio al amparo del mundo donde nadie será capaz de encontrarte para hacerte daño, puede que estés del lado de los buenos. No tan buenos. Pero todavía.
Ahora bien, si lo que has hecho es pensar en cómo acabarías con tal o tal otra persona o todo tu vecindario y has sonreído ante esa perspectiva, tal vez albergues en tu interior a un pequeño psicópata. Piénsalo. ;))
PD: anoche hallamos rápidamente el lugar. Pero por motivos obvios, jamás lo desvelaré aquí. Por si las moscas. Nunca se sabe. Brrrr. Qué miedo!!!

Le négligé

La traducción en castellano castizo que no casto para négligé es picardías.


Mamá necesita un bañador nuevo. Vamos a la tienda de lencería. Justo delante de la caja, toda una estantería de négligés. De todos los colores. Y muchas transparencias. Uno en concreto, de un blanco virginal está dotado de unas copas rotundas de las que cae un bonito y corto cuerpo de fino encaje. Nunca antes se me habría ocurrido. Pero no me gusta la palabra nunca. Es demasiado aburrida. Me pregunto cómo me sentará la prenda. De la misma manera que me gustan les petites robes noires, por qué no probar con una nueva adicción que al parecer resulta muy divertida.  


Me topo con la mirada de papá. Y papá como elemento predominante entre candilejas borra de un plumazo la escena coral que empezaba a dibujarse en mi imaginario.


Tal vez en las próximas rebajas me deje tentar de nuevo. Pero procuraré no ir tan bien acompañada cuando eso ocurra.

La ceguera como herencia

Mi abuela se quedó ciega de un ojo a la edad de 12 ó 13 años. Una enfermedad de las de aquellos tiempos que decidían aleatoriamente marcar una y no otra vida. Aunque por las historias que me contaba ella y que ahora me cuenta mi madre, la falta de visión en un ojo nunca le impidió hacer una vida más que normal. De joven era jovial, alegre. Le gustaba divertirse. Luego se puso de novia con mi abuelo, se casó con él y junto con mi madre recién nacida se marcharon a Argentina, a Comodoro Rivadavia. Y fue siempre bastante severa con mi madre. Esta es la parte de su vida que conozco por sus historias. 

Y luego está la otra parte que conozco por vivirla con ella. Y yo siempre conocí a mi abuela ciega. Al poco de nacer yo, cuando se vinieron para España, le dio glaucoma en el ojo sano, y por más que mi abuelo la llevara a la clínica Barraquer de Barcelona, recuerdo el relato de aquellos viajes, nunca recuperó la vista.


Hace un año le detectaron a mi madre degeneración macular. Otra vez los ojos. Otra vez la vista y la posibilidad de perderla. Pero ahora introduciremos otro factor. No sólo eso sino que padece en cada ojo un tipo distinto de DMAE. Y se han sorprendido de que siendo tan joven la padezca. No sé en cuántas vidas puede suceder algo así.


Hasta qué punto pueden quedar vinculados los destinos de una madre y de su hija obedeciendo a priori a una probabilidad tan inverosímil que ya suena irónico llamarlo probabilidad. Dentro de unos años, ¿tendré yo también que preocuparme por la posibilidad de quedarme ciega? ¿O mi hermana? ¿O mis hijas? Por qué y quién decide de pronto que tu legado es el de la ceguera. Aún no he logrado entenderlo.


MUCHO ÁNIMO!!!


domingo, 7 de julio de 2013

Isa y Mario

Lo vio y lo primero que dijo fue. Eze hombre tiene el pelo largo... A lo mejor no ez un hombre. A lo mejor ez una mujer con la voz estropeada. 


Pese a su inicial extrañeza y perplejidad, siguió pendiente de la pantalla y concretamente de Mario. En pleno momento de making-of del vídeo de las Nancys, se lo puse en el youtube. Se quedó enganchada literalmente a la canción que empezó a tararear.
De hecho, lo vio tres veces seguidas hasta que conseguimos arrancarle el portátil de las manos. 


De vez en cuando, nos sorprende con un "me da igual, me encanta me encanta" de eso que no te lo esperas.



Y ayer, al ver el anuncio del próximo programa, soltó un gritito de sorpresa y de alegría, y a pesar de que echen los Pitufos en la tele, nosotras tenemos una cita esta noche con Alaska y Mario.

M. Shore (IV)

El Señor Antonio


El tema de las cacas seguía candente a día de ayer en la piscina comunitaria y de lo que ya no tengo ni la menor duda es que el vecino es un guarro, afirmación que tengo más que cotejada tras comprobar con absoluto disgusto y gran repulsión cómo este señor deja macerar al sol durante un día entero esparcidos a lo largo y ancho de su terraza los restos de comida y de bebida varios sobrantes de sus orgías, en el sentido más romano del término. De ahí que no me ha de extrañar el campo de minas en el cual pretendía transformar el aparcamiento. Extremadamente infecto y repulsivo.


Las fuerzas del orden empezaron demasiado pronto con los mojitos de ahí que la fiesta que tanto prometía a las cinco de la tarde decayera estrepitosamente y estuviera finiquitada antes de la una de la madrugada. Un bochorno para el cuerpo, según fuentes consultadas. Pero lo que de verdad está en boca y en mente de todos los vecinos es la piscina que las fuerzas del orden han instalado en mitad de su terraza. Se trataría de una pequeña piscina hinchable con una capacidad de 500 litros en la cual al parecer y según dicen las lenguas, gustan de meterse a la fuerza y a tres de sus coleguitas de fiestas hawaianas todos miembros del cuerpo de importante envergadura física. Y como el muchacho se ha hecho tanto de querer por todos a lo largo de estos dos años, nadie se sorprenderá de que todos los demás propietarios estemos expectantes del momento en el cual los cuatro miembros metidos en una pequeña piscina hinchable aterricen en mitad del salón esperemos que vacío de los vecinos de abajo.


Pero el finde no sería finde sin la noche del sábado. Y aún recuerdo mis noches de sábado, la alegría de compartir unas tapas y unas cañas, o unas copas de Ribera del Duero alrededor de unas tablas. Y luego la primera copa, tranquilamente en algún pub o en alguna terraza para seguir animadamente con las charlas hasta acabar dándolo todo en la pista de las discotecas. Dulce farniente. Y tan finiquitado como la fiesta hawaiana en la piscina de anoche. Ahora lo que se lleva es alquilar un apartamento para tres entre diez, echar a suerte las tres camas y las demás esparcirse por el suelo de la vivienda, comer vituallas para gourmets (bolsas de patatas y ganchitos hacendado) mientras se disponen a realizarse la chapa y pintura integral de las mismas todo ello adobado con cubatas de vodka o brugal al infinito.
- VECINOOO!!!! VECINOOOO!!!!!!!!! (No usted no, por pertenecer al género femenino e ir provista de dos benjaminas; me estoy dirigiendo a aquellos jóvenes de la barbacoa que parecen estar en edad y en ánimo de procreación y por cierto el que su terraza esté justo en medio es un engorro) ¿TENÉIS ACEITE Y SAL??? (Nos lo hemos dejado todo, excepto las cuatro cajas de brugal+una botella de smirnoff para la rarilla, las dos neveras de hielo, los doce packs de dos botellas de refrescos y un paquetillo de saladitos del mercadona).
- SOMOS DE JAÉN!!!

Le habría dado gustosamente aceite y sal en condiciones de salubridad óptima, sólo de pensar en algo procedente de esa cocina, brrrrr, pero por algún motivo que desconozco mi aceite y sal no eran los adecuados anoche. Aunque me quedo con la  duda de saber en qué iban a emplear el aceite y la sal.


Después de largos estudios realizados, he llegado a la conclusión de que el propósito es reducir gastos y tiempo empleados en el objetivo. Lo que no he entendido aún es el por qué de ponerse los tacones cuatro horas antes de coronar el objetivo final en la discoteca y de andar como patitas mareadas apartamento arriba apartamento abajo eso sí sin soltar el cubata. Estoy en ello.


El caso es que a eso de las tres de la madrugada el cortejo de damiselas visiblemente perjudicadas emprenden el vuelo ansiado hacia ... mmm.... bueno, que lo emprenden, ese momento en el que creo que por fin voy a poder dormirme sin tacones, cuando oigo jaleo fuera en la puerta. Y un hombre hablando. Al finalizar las frases hace un extraño ruido, como un suspiro agudo prolongado y un ligero iih. Creo ser capaz de identificarlo. Así que me pongo el vestido, sin florituras ni chanclas  ni nada y salgo a comprobarlo por mí misma. Efectivamente. Es el señor Antonio. 


Y se la está liando a su manera a las diez chicas que sin haber soltado aún la copa pían. Sí. Esa es la palabra. Ante el acoso y derribo a preguntas de mi vecino que hace de poli malo mientras su mujer detrás de él hace las veces de poli bueno, no es la primera vez que asisto a la escena, acerca de quién les ha alquilado el apartamento y por qué tienen mando del aparcamiento, las chicas están literalmente piando. Me meto en el lío. Al fin y al cabo, voy descalza, casi desnuda, son las tres de la mañana, no tengo nada mejor que hacer y es la única manera que tiene una de enterarse de las cosas. Todos huelen a alcohol pero a estas alturas ya no molesta. Y qué mejor manera de acabar una noche de sábado...

A ver qué nos depara la noche del domingo!!! Sonrisa!!!


(PD: un día os contaré con todo lujo de detalles mis aventuras y desventuras con el señor Antonio. Pero es que anoche salí, al aparcamiento, me acosté muy tarde, por goleora, y esta mañana hemos madrugado para pillar sitio en la playa... así que estoy un pelín agotada).










sábado, 6 de julio de 2013

Incógnitas

A veces basta ocultar muy poquito para sentirse libre al cien por cien. Es una paradoja de los tiempos imperfectos en los que vivimos.

M. Shore (III)

Desde hace un par de años tenemos nuevo vecino. Un miembro de las fuerzas del orden ético y moral que de día lucha contra los botellones caseros y de noche se viene a M. lejos de las miraditas de sus superiores y demás conciudadanos  a liarla parda. Tal cual se lo confesó a otro propietario.

El año pasado sus coleguitas del cuerpo y él  le tiraron un golpe de tapón de corcho de Freixenet al abuelito de al lado. Supongo que practicando el tiro. Cosas del cuerpo ético y moral.

Y me acabo de acordar de él porque hoy están aquí. Las fuerzas del orden del Estado.

La dulce y tranquila vida los weekends de verano aquí. En el shore.

M. Shore (II)

DE CACAS DE PERRO Y DE LAGARTAS.


Sí. Todo empieza con un montón de cacas de perro gigantes invadiendo de pronto el aparcamiento. Coincidiendo casualmente con la aparición de un nuevo vecino y su perro mastodonte. Pero ojito. Es pura casualidad. Según el amigo cañí del vecino del perro, un tío que oculta su ligera bizquería tras un montón de tatuajes y un aspecto fiero, está feo acusar al perro si no es pillándolo in fraganti. Y ante la perspectiva de tirarme el verano sentada en el porche aguardando las caquitas pues me río. Y al parecer a la gente no le gusta que se rían. Follón monumental. El origen estaría en la risa que no en la mierda. Así que entre las aceitunas y el calamar me asomo a la puerta del vecino a pedir disculpas. Los nopasanada de rigor un par de besos y arreglao. Arreglao? No. No olvidemos que esto va de lagartas.
Una urbanización de 60 apartamentos. Uno solo con cuatro tíos haciendo una barbacoa y tenía que ser el del vecino. Barbacoa con fogata incluida. Pero falta el elemento fundamental. Lagartas. El asunto queda subsanado rápidamente. Iban por la acera, han accedido a cambio de una caja de 24 latas de cervezas de las hacendado del mercadona. Asunto arreglado. Lo que prima es la disponibilidad. Ya habrá tiempo luego para presentaciones. Llegan las lagartas y asistimos al baile de los pavos y las pavas en directo. Esto va de fauna. La cerveza corre así como los porros. Me quedo sola en la terraza con mi primer gintonic de la temporada. Y de pronto no sé muy bien cómo me convierto en la vecina y todos los comentarios apuntan a mi origen incierto. Me resulta absolutamente surrealista ser el tema de conversación de la noche. Guiri, no guiri, con quién estará wasapeando y no sé cuantas mierdas más. Estoy aquí. Os estoy oyendo.  Y entonces la vecina se cabrea. Y salta. Y se vuelve a liar. Deciden retirarse. Lo acepto. Mi gintonic está entero. Al rato el de los tatuajes visiblemente perjudicado se asoma a pedir disculpas por los comentarios. Lo siento cariño. Dos veces en una tarde son demasiadas. Lo nuestro nunca va a funcionar.
Dos de la mañana. Sigue el jaleo. Ya les está haciendo efecto a las lagartas. Son de Jaén. Al parecer están haciendo carrera en Granada. Collage como asociación de ideas y por sus berríos se nota calidad. Me levanto. Me vuelvo a vestir y a encender el móvil. Me enfrento a los perros. Los perros se atienen a razones y  deciden marcharse.
Ahora a ver cuándo vuelven  la mujer y la niña del vecino.

viernes, 5 de julio de 2013

M. Shore (I)

Hoy es viernes!!!


Yupi!!!


Y si alguien siguiera albergando la creencia de que todos los días de verano son iguales y que hoy bien pudiera ser lunes o miércoles, le invito a que venga a tomarse una copita de vino blanco con unas gambas de por aquí a mi terraza y que asista al resurgir estacional de M. con su explosión de sonidos y de vida y de gente y de emociones!!


 Adoro la playa en verano. Es que me encanta. Es tan yupi!!!



Garabatos

Mientras vamos en el coche...

FINDE:

En verano, el mar tomaba por costumbre estropearse para el fin de semana, para desgracia de los domingueros.



GENIALIDADES:

A quién se le ocurriría la idea de poner un buffet wok justo al lado de un puticlub. 



TEORÍAS:

La crisis la provocaron los que subieron el euribor. Cuando subió el euribor tan salvajemente que la gente empezó a no poder pagar, ahí fue donde empezó todo. Mal fin tengan.

jueves, 4 de julio de 2013

De los Shore

aprendí la deshinibición de los cuerpos.

Nunca es tarde!

Tentaciones veraniegas

Con el vestido de playa negro, el moño y el flequillo, me acabo de mirar en el espejo y tengo pinta de llamarme Bratislava. Y me están entrando unas ganas locas de cortarme el pelo para conservar mi aspecto irlandés que me conozco y sé que como caiga en la tentación no dejaré de arrepentirme hasta que me vuelva a crecer.

Cualquier cosa menos aparentar española. Eso nunca, ¡oiga!

4 de Julio: Garrucha

Los garrucheros ya están aquí por fin. Con su particular ritmo de vida.


El faro de Garrucha cerca del piso, como metáfora.


Y hoy día de la Independencia en Estados Unidos y día de Santa Isabel. Yo tengo muchas Isabeles en mi vida.


Así que nos hemos puesto la máscara de los días festivos. La procesión, que quede dentro.

miércoles, 3 de julio de 2013

Phobos

Fue el año pasado cuando surgió por primera vez.

No me resulta fácil hablar de ello. Pero es un hecho. Está ahí. Lo malo que tiene la fobia es que cuando sufres un ataque de pánico sólo existe la fobia. Intentas mantener la apariencia pero todos tus actos son meros intentos por que tu mente se sobreponga a ella convirtiéndose  en malas imitaciones de tu otra vida, esa que darías lo que fuera por recuperar. Lo bueno tal vez es que todo lo demás queda borrado, olvidado, ninguneado.

No he averiguado aun la manera de escapar de ella. El año pasado emprendí la huida. Tantas veces como surgía. Este año he decidido enfrentarme a ella. Con la ayuda de Dios.

Y ahora mismo estoy acojonada por dentro. Dudo que sea capaz de lograrlo. Tengo miedo.

La sombrilla

Ya no hacen las sombrillas como las de antes. Ni los despertadores. Aquellas sombrillas de estampados setenteros,  de enormes margaritas naranjas con pronúnculos azules sobre fondo marrón que acababan ganándose el derecho propio a formar parte de la familia de tantos veranos compartidos juntos. Te podías dejar a la abuela si no cabía en el coche pero nunca la sombrilla. Había sombrillas que provocaban tu envidia y admiración, las heineken y las mahou, tan modernas, tan fashion condenada como estabas a salir siempre estampada en las fotos con el adefesio.

Pues ya no hacen sombrillas como aquella que tenía y que ahora añoro. Esta mañana la nuestra ha salido volando, ha desaparecido literalmente mientras nos bañábamos. Cuando la hemos echado de menos, hemos salido corriendo en su búsqueda. Hélas hemos hallado el cuerpo a unos cuantos metros del campamento base. Un alma caritativa ha tenido a bien echarle una piedra encima. Diagnóstico: dos varillas han caído. Dos años nos ha durado esta. Una mierda, vamos.

Como el despertador que se ha puesto a 12:00 sin avisar. Y yo pensando que llevábamos más tiempo que la señalada, cuando lo he visto, me he quedado muerta pensando que era una consecuencia de mi ataque de ansiedad. Así pues nos hemos quedado más tiempo metidas las tres en el agua viendo cómo la gente sorpresivamnete se iba y nosotras aguantando. A punto de la insolación. Aunque en este caso se habría tratado más de un caso agudo de hiperhidratación.

¿Es que ya no queda nada que no lleve fecha de caducidad?
Pregunto.
Hmmm.

Ya llegó. El temido momento.

Tras una breve, tensa y aparente calma, llegó el momento de enfrentarme a mis demonios.

Un año después.

Uuufff.....

martes, 2 de julio de 2013

De pico, llaves y branquias.

Quince días de jefatura.

No te das cuenta de lo mucho que hace la otra persona hasta que te encuentras sola ante el peligro de dos enanas en plena efervescencia veraniega y muy descansadas . Que casi se levantan a las 11. Que no que no! Que se acostaron a las 12!!!

- Isa, que no saltes encima de la cama!... Isa, no saltes!... Isa para!...  Isa baja!... Isa no saltes!... Ahí va la hostia como se ha clavao el pico de la ventana en toda la espalda... Claro que duele cariño, pobrecica mija... Ay mi niña, ay ay ay!!!

Y esto antes de las 12.

Mar levantada. La mayoría de las playas de Mojácar tienen la característica de ser difícilmente aptas para el baño en condiciones normales. Hondas. Piedras. Rocas.  Corrientes. Oleaje. Imaginad ahora cuando está levantada.

- Venga niñas! Para paliar la ausencia de papi que os quiere mucho, no lo olvidéis, papi siempre os querrá, sólo que es jefe de estudios,  vamos a hacer algo different. Vamos a subirnos al coche playa (el mío) y vamos a buscar una playa donde bañarnos. Okis???

Y allá que vamos, con la crema ya echá, con lo mínimo puesto y metido en el coche, buscando lo único que le pedimos a una playa. Ni chiringuitos. Ni duchas. Ni baños. Ni arena. Ni música. Ni gente guapa. Ni farafashions. Ni postureo. Ni postal. Sólo queremos bañarnos!!!!

El espigón del hotel Indalo. La única posibilidad que veo. Está todo levantado. Increíble que julio se parezca tanto a agosto. Y agosto se hará julio. Y entraremos en septiembre asándonos de calor. Como el año pasado.

Por fin la playa. La última de todas. Luego sólo está Macenas. Hay gente bañándose. De hecho es de las pocas playas donde se ve gente. Aparcamos fácil. Descargamos las cosas. Allá que vamos.

Si pensáis que meter una sombrilla por primera vez es fácil desengañaos. Es difícil de cojones. Dar vueltas y más vueltas pensando que la estás metiendo pero que sólo se haya metido un poquito y que no haya forma de hincar el palo para que quede tieso,  y seguir dándole vueltas sin muchas esperanzas mientras una se te engancha de la cabeza para desatarse las chanclas y la otra no para de repetirte lo bien que lo hace papi poniendo piedras alrededor... buena idea lo de las piedras. Funciona y todo!!!

Las llaves. Dónde están las llaves del coche. He perdido el contacto visual unos minutos. Durante la operación sombrilla. No puede ser. Dónde están?? Niñas ¿habéis visto las llaves? Estaban aquí. A ver si las he metido, pero no, si las he dejado encima de la arena. Ha sido la mejor idea que he tenido en todo el día, estoy muy muy orgullosa de mí misma  en ese momento. Ya he abierto cerrado e inspeccionado cuatro veces los bolsos neveras bolsillos que traemos y nada. Y claro. Tampoco me he traído móvil (mi wiko no va a la playa, me niego) sino el despertador de casa. Ni llevo dinero. La cartera está en el coche. Miro las sombrillas alrededor de mí. No tienen pinta de estar muy por la labor aunque parecen divertirse con nosotras. Controlo con facilidad el tono de voz. Nunca panico antes de haber agotado todas las vías. Además están las niñas. No hay que asustar a las niñas. Así que me pongo a hacer lo único que queda por hacer. Escarbar como un perro alrededor de la sombrilla. Literalmente. Hasta que!!!! Las llaves!!!! "Mecagoenlahostiaputalamierdalasllaves @#&€&%&''*5©$®$$^¥[["

Ya lo he dicho. No panico hasta el final. Pero ahora bien cuando me relajo, exploto!!!

Ahora estamos en casa. Todo bien. Pero estoy muerta. Es lo que tiene dos horas de agua seguidas. ¿Y cuánto tiempo dice usted que llevamos de vacaciones???

Bises!!!

Cremita

He adquirido tal manejo en el arte de echar cremita solar  que cuando vengáis a visitarme, no desperdiciéis la ocasión de disfrutar de mi talento! Os la echaré con mucho gusto! ;))

Buenos días!!! Nos vamos en busca de playa...

lunes, 1 de julio de 2013

Tareas veraniegas

No he olvidado mi libro. Todo este tiempo lo he tenido aquí metido. Me ha llegado a incomodar en muchas ocasiones pues no ha dejado de recordarme nunca que lo tenía abandonado pero que él seguía aquí.

Sin embargo, lo que no sabía él es que esperaba este día para volver a él.

He empezado a leerlo de nuevo. Y me he traído lápiz y papel.

1 de Julio. Mojácar.

Shorts rabicortos moño choni y chaqueta vaquera. Estoy fuera. Tengo frío. Se oyen unos niños chillando en su terraza y el rugido del mar. El sonido que hace el mar es lo que me lleva a quedarme fuera pese al frío. Es una de las cosas por las cuales sigo viniendo aquí, aunque sea a regañadientes. Me gusta el mar. De hecho creo que sólo me gusta el mar.

Y hay noches en que se pone bravucón, como esta noche. Es fácil dejarse  llevar por su sorda cadencia. De vez en cuando estallan violentos golpes de ola contra la arena de la playa. Suenan a latigazos.

El ruido del mar es aterrador e hipnótico como una nana.

El don

Ahí donde la mayoría de la gente la hace de vez en cuando, yo tengo un don.  El don de la ubicuidad. No. Nada que ver, pero siempre me ha gustado ese don de ahí la mención. Y no se trata de una mera capacidad o de algo casual que suceda de vez en cuando. Lo mío es un auténtico don. Digno de un máster. Una cátedra. Un Nobel. Una medalla de Oro. Unos Mundiales. El don de liarla parda.


Yo primero la lío, cosa que le pasa con más o menos frecuencia a todo hijo de vecino. Y entonces, en lugar de dejarlo tal cual y que siga su curso natural, que normalmente suele ser el de desliarse solito, porque en el mundo normal, según la teoría del caos, las cosas se acaban arreglando por sí solas si las dejan.


Pues yo no. Yo soy especial. Yo oigo esa vocecita interior que me dice quieta pará, pero yo no soy de esas. Yo soy de las que intentan desliarla por impaciencia y por creimiento, y normalmente lo logro, porque si no, sería una mierda de don, logro liarla más. Y os aseguro que no es fácil. Entonces ¡oh horror! me percato de lo que he hecho no ya de primeras, que eso ya ha quedado para el recuerdo, sino de segundas, me pongo nerviosa, me aturullo, ideo rápidamente una salida genial y no sé cómo me la apaño pero lo brillante aplicado a la práctica acaba tomando tintes horripilantes y lo siguiente es aún peor, y liándola más y más alcanzo por fin el estado supremo de bola total.


Y es cuando me paro por fin. Cuando ya he agotado todas las posibilidades y maneras de liarla más, por fin paro. La única vía que queda abierta es prenderle fuego. Pero como no soy de prenderle fuego a nada, aquí estoy, con mi bola al lado, y de vez en cuando le doy un empujoncito a ver si se da la vuelta o se mueve un poco. Y son ya tantas bolas las que tengo aquí conmigo que ya no sé dónde voy a acabar metiéndome. 


Buenos días.

Ansiedad

Nervios. Taquicardia. Nudo en el estómago. Sensación de falta de aire al respirar. Necesidad de respirar más y más fuerte.

Pensamientos inconexos. Necesidad de no pensar en nada. Concentrarse en la nada.

No echar gota al mear. Que te pinchen y no sangrar. 

Yo ahora mismo. Como descripción gráfica.

J'en ai gros sur la patate.

Mis enanas han decidido hacer "la grasse matinée". A ningún español se le ocurriría hacer la mañana grasienta en lugar de levantarse tarde. Pero al francés sí. Creo que a diferencia de la española, la gordura francesa no debe ser del todo mala, al contrario. Se dan besos gordos, se tienen coches gordos, los que más leen son los gordos, los que tienen más pelas también. Lo gordo suele ser bueno, excepto por el corazón, o sea la patata. Si tienes el corazón gordo, malo María, porque eso es que la cosa no va demasiado bien. 


Y por más que le dé vueltas, en lugar de liarme en mis habituales absurdas discusiones filológicas conmigo misma, debería levantarme ya de mi bienquerido sofá y ponerme a la tarea. Hora de prepararlo todo para la partida. Llevo un mes mentalizándome pero soy tan... especial. Sí. Dejémoslo en especial. Por qué no puedo ser como todo el mundo y no hacer un mundo de nada siempre... Oh merde. Ô foutu moi. On y va.

Echar conocimiento

Ya lo sé. Es complicado. Pero algún día lo echaré. No pierdo la  esperanza.

El laurel

Es costumbre en los pueblos tener ramas de laurel colgadas en las despensas de las cuales se sirven las madres cuando cocinan lentejas, asados, pistos y sopas de arroz. Este año se me acabó el último laurel que me dieron León y Dolores hará de eso dos años. No se suele comprar laurel en los pueblos. Te lo dan o tú lo pides. De la misma manera que no se compra perejil sino que te lo ofrece gentilmente el frutero como muestra de cariño. Tampoco se compra el hinojo cuyas hojas en forma de hebras perfuman los gurullos y las pelotas. Se encuentran casualmente al pasear por el campo. Como las acelgas que crecen entre bancales. O los caracoles cuando ha llovido. Tampoco se compran naranjas o limones en mi pueblo. Siempre hay alguien que te invita a llevártelos de su bancal antes de que se caigan del árbol. Y también recuerdo los veranos en los que mi abuelo Paco armado de un par de guantes, una hoz, bueno, no era una hoz sino un artilugio de su invención, y de un cubo, llegaba por las mañanas cargado de chumbos y de higos. Y seguro que me dejo lo mejor. Así que cuando he leído que ibas a tirar tu laurel, me ha salido el instinto cortijero, en este caso el de pedir. Que podría habérselo pedido a otro perfectamente. Y es que en los pueblos no se compra laurel sino que se pide al vecino. Eso sí, sólo si es de comer.