domingo, 9 de diciembre de 2012

Encima del armario...

Acontecimientos de suma importancia que me conciernen muy de cerca se van solapando a ritmo endiablado y aunque por lo general gozo enormemente de los días previos a la Navidad, este año en particular me gustaría hallarme de inmediato en los albores de la Pascua.


Mis esperanzas se van desvaneciendo a medida que se aproxima la fecha de la manifestación y si en un principio rebosaba ilusión, me doy cuenta de que mejor no me haga demasiadas expectativas con respecto a la misma. Al fin y al cabo, se trata de una decisión muy personal que cada cual debe tomar por iniciativa propia y no seré yo la que intente convencer a nadie para que haga o deshaga. Así que para evitar sentimientos de frustración y de desencanto, me pondré el listón al mínimo y haciendo lo que me he propuesto hacer, con juntarnos unos cuantos románticos y compartir un poquito de indignación y de protesta, habré cumplido con el compromiso que tengo conmigo misma.


Y está la Navidad y me doy cuenta de que este año unas cosas y otras no me están dejando disfrutar como acostumbro en estas fechas. Apenas he canturreado en un par de ocasiones los christmas carols que tanto me gusta cantar en cuanto asoma diciembre.  Y eso no me gusta nada pues si hay una fecha que me encanta en especial es la Navidad. 


Ni siquiera he participado del montaje del belén y del árbol de Navidad del que este año se han encargado por primera vez mis enanas perdida como tenía la mente en chorradas y eso, quieras que no, me disgusta profundamente. 


En fin... sólo quedan tres días para que los pájaros que tengo en la cabeza emigren por fin hacia los mares del sur y me dejen dedicarme a los festejos navideños. 


Al menos ya está casi todo encargado a Papá Noël y sólo falta ingeniármelas para tapar al Rudolph de peluche que lancé precipitadamente ayer tarde y que asoma peligrosamente la cabeza encima del armario de nuestro dormitorio y buscar un escondrijo mejor para la gatita Lulú antes de que mis enanas la oigan maullar dentro del vestidor...



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